domingo, 29 de mayo de 2016

La llamada



¿Oyes la llamada?
La carne, desesperada,
ansía tu llamarada

entre sábanas y sudor
del interior al exterior
por antojo de tu sabor

clama por Ti la piel
anhelo yo tu miel
y de Ti ser perra fiel

¿oyes la llamada?
Ambrosía dulce y salada
al pensarte es emanada

mientras te espero
y me desespero
sin ningún pero

solo, te llamo…
sola, te espero...

sábado, 28 de mayo de 2016

Agradeciendo entre pluma y ceniza



Me salvaste.

Me salvaste justo a tiempo. 

He renacido de mis cenizas hechas de lágrimas, en una nueva y eterna sonrisa que brilla por Ti.

Estaba perdida y desorientada bajo el azote de la angustia y el estrés. Maltrecha en salud y cuerpo, y sin ganas en la mente y el alma. Y el corazón me latía por Ti, pero se aquejaba por mis enfermedades y desdichas.

Pero no me has dejaste caer ni echar a perder. Me sujetaste. Me hiciste ver. Me hiciste reaccionar. Me diste luz, verdad y apoyo. 

Gracias.

Ahora, tras haber salido del coma, en pleno postoperatorio en el que las cenizas y las plumas todavía me visten, comprendo que has debido pasarlo realmente mal viéndome así. Entiendo lo mucho que ha debido preocuparte y angustiarte el notarme triste y estresada, y me doy cuenta de cuánto ha debido de dolerte el contemplar como iba dejándome consumir inmóvil y pasiva ante el eterno devenir. Lo siento mucho. Siento haberte hecho sufrir. De verdad. Es un precio que llevaré sobre mis hombros siempre... Pero te juro que ninguna carga volverá a encorvarme

Esto no me frenará. Nada lo hará. Ningún dolor o cansancio o peso. Seguiré adelante. Avanzando contigo. 

Y llegaré ahí, a lo más hondo. Y Tú no estarás sólo nunca más. Para Ti se acabaron tiempos de búsqueda y decepciones, esos mismos que te hicieron aparecer en la madrugada, pues en mí lo hallarás todo. No irás más a la deriva, iremos juntos. Estaré contigo. Siempre y en todo.

Eres maravilloso. Y me has salvado.

Gracias por curarme.

Gracias por no dejarme ir.

Gracias por esperarme.

Gracias.

Te amo, R.

sábado, 21 de mayo de 2016

Historias de jardinería...




Si miro primero en el calendario, y luego atrás en el tiempo, puedo darme cuenta de que, sea mucho o poco, estoy en un periódo quincenal que, hace un año, fue bastante determinante para nosotros.

Finalizaba este mismo mes cuando, tras unos meses conociéndonos, tomando primero unas decisiones como amigos, y luego acercándonos de manera más especial con otras, nos encontrábamos en ese punto indefinido en el que las líneas se cruzan y las etiquetas no sirven ni para nombrar ni para explicar.

Y en eso estábamos inmersos, muy juntos pero no siempre juntos, cada uno pendiente también de historias paralelas protagonizadas por el resto de elenco de nuestras vidas. Algunos capítulos cerraban parte de esas historias, otros las dejaban en una expectación digna de un "continuará" al final de créditos, otros anticipaban crónicas de muertes anunciadas, y algunos eran páginas navegando a la deriva en la incertidumbre.

Pero Tú y yo estábamos juntos, en una época en la que yo todavía no te adornaba en mayúsculas, pero te adoraba aun sintiéndome minúscula en comparación de tu grandeza. En una etapa en la que la parte de nosotros que este blog abarca no creíamos ir a compartirla, cada uno por sus propias dudas y temores, que hacían que lo "nuestro" fuera "otra cosa" distinta, e igualmente, tan maravillosa como todo lo vivido juntos.

Tú y yo estábamos juntos, sí. Y en estos inicios de aquella quincena, dimos un paso más y consumamos algo que, despacio, había estado gestándose y afianzándose en una confianza y seguridad que marcasen la diferencia. Porque no queríamos maquinarias ni estrategias, sino hacer de aquello algo distinto y más sincero.

Así, en el ecuador de las dos semanas, fuimos abrazando más las sensaciones, nuestras primeras veces en múltiples cosas, que iban siempre sumando. Y aquello se nos iba de las manos, como granos de arena escapándose irremediablemente de entre los dedos, para construir nuestro castillo particular de sueño. Porque hasta el momento, vivíamos en un presente, y ahí, comenzábamos a imaginarnos en un futuro plural y en primera persona, que hacía peligrar el resto de libros que protagonizábamos, pero aventuraba que lo "nuestro" iba a ser una saga infinita...

Recuerdo los sucesos finales de aquella quincena. Recuerdo la resurrección de fantasmas del pasado, las búsquedas a destiempo, y las fugas de pieles ajenas a las propias, saltando de un libro a otro. Porque al final, siempre queríamos proseguir un capítulo más juntos incluso cuando estábamos emitiendo episodios alternativos. Y de nuevo, era una intensidad que amenazaba con sumirnos en los conflictos de la moral y la lealtad, enfrentados con los anhelos que nos iban acercando a lo sempiterno.

De ahí en adelante, todo fue avanzando y sucediéndose de manera imparable. Desenlaces, sorpresas, decisiones... Pero lo nuestro, renovaba para temporadas indefinidamente. O así lo sentíamos. Y poco a poco, nuevos elementos fueron incorporándose, y los temas a abarcar en lo nuestro crecían, abriéndose posibilidades que ya no podíamos negarnos.

Desde entonces, he hecho muchas cosas bien... Y algunas otras, bastante mal. He caminado entre aciertos y errores, intentando acortar cada vez más esa distancia que la inexperiencia marcaba, para alcanzarte en altura y aumentar nuestra cercanía. He tratado de crecer lo más deprisa posible para entrar en tus prendas íntimas y dar la talla. A veces, lo he logrado. Otras, me he equivocado. Otras, he fallado. Y otras, por cosas que no justifican mis desaciertos ni son relativas a Ti, me he dormido en los laureles.

Supongo que estaba demasiado sucumbida a todas las sensaciones nuevas e intensas, que disfrutando como en todo mi valle de lágrimas nunca había hecho, me tomé algunos temas con demasiada calma, inconstante con otros, y demasiado focalizada en algunos. No siempre he hecho honor a esa inteligencia que de mí tanto te gusta, ni a la madurez que rompía la barrera generacional, ni a la fortaleza y el valor con los que Tú me habías visto avanzar. A veces, mis pecados no han sido esos en los que sumirnos felizmente, sino verdaderos lastres para mí misma que han salpicado alguna página con motas de alerta. Casi siempre superaba las pruebas, pero no todas las lecciones las aprendía con la misma velocidad, y sé que algunos cambios, si bien fueron plantados hace tiempo, han tardado en comenzar a dar sus frutos.

Pero también sé que, si miro atrás, hace un año era imposible adivinar que yo estaría ahora aquí, escribiendo esto sin que Tú repares en que es esta la pestaña del navegador que tengo abierta, mientras trabajas tras un día más juntos... De todos los que nos quedan.

Y por eso, sabiendo que tenemos una renovación de temporadas ilimitada, y páginas infinitas por llenar juntos, sé que poco a poco, serán ilustradas por los árboles que nazcan de los frutos que hoy estamos tomando, y de los cuáles plantaremos nuevas semillas. Porque he aprendido a regar, abonar, y podar.

Y al final, nuestro jardín estará libre de malas hierbas, y lleno de buena vida. 

De nuestra vida.

viernes, 20 de mayo de 2016

Tu lienzo


Tejido de desnudez 
este lienzo de piel
entregado a Ti en blanquez
a merced de tu pincel 
Jirones del alma
envolviendo la calma 
el cuerpo revisten
y a tu deseo asisten 
Grabada a fuego 
tu voluntad está, y así ruego,
"tíñeme de tu color
fantasía, por favor". 

Acordes de gemidos 
mis cuerdas, mis latidos 
al son de tu demanda
tu esencia por mí anda
"Hazme ser arte,
amarte, y parte
del temor sus ataduras,
y vierte en mí tus pinturas 
de nieve, oro y sal
coloreando mi cristal
que por Ti se torna acero
en un despertar sincero". 

Y así yo te suplico
y el cuento me aplico
con energía renovada
te me ofrezco tornada
en un lienzo en blanco
sin presiones ni estanco 
blanco, pues es puro
todo deseo en Ti, mi Oscuro. 

Y juro, solemnemente
que las tonalidades de tu mente
podrás con mi ser plasmar 
pues tu lienzo soy, para crear
tu obra maestra, Amor,
es posible cualquier color 
si Tú estás conmigo
y yo estoy contigo... 

Si yo estoy contigo 
y Tú estás conmigo,
tu lienzo yo siendo
y Tú mi ser tiñendo 
de tu color fantasía
crearemos la obra que ansías
porque yo estoy contigo 
y Tú estás conmigo. 

Tú, mi Pintor
 y yo tu lienzo de amor. 

jueves, 19 de mayo de 2016

Tu arcilla



De arcilla,
quiero ser de arcilla,
moldeable por tus manos
y hacerte las cosas sencillas

Arcilla, mi ser
quiere de arcilla renacer
como el fénix de las cenizas
si tu deseo vuelve a arder

De arcilla e ilusión
moldeable, sin presión
blanda, suave, tuya
en cuerpo y corazón

Tus manos y palabras
las puertas que Tú abras
soy mármol, tuyo el cincel,
esculpirme Tú sabrás

Demiurgo, Dios y alfarero
te juro así mi esmero
en ser materia prima
para ti, negro Lucero

Así, de arcilla
sin presiones, sencilla
Así, creciendo
con mi esfuerzo latiendo
Así, Tuya
dejando que todo fluya...
...y que tus ganas se reconstruyan...
...con mi arcilla, tu arcilla,
sin presiones, sencilla.


viernes, 13 de mayo de 2016

Imagino...

Y aquí estamos otra vez.  Aquí estás Tú, trabajando. Aquí estoy yo, en un segundo plano, sin interrumpiros pero aportando lo poco que mi ajena inexperiencia puede daros. Aquí estoy yo, en una breve pausa entre estudios y asuntos que me mantienen ocupada, permitiéndome dejar mis ansias de Ti en un segundo plano. Aquí estamos. No estamos solos.

Aquí estoy yo, contemplándote desde mi silencio. Te escucho, y mis oídos beben de la cadencia de tu voz. Tus tonos, las palabras que enfatizas y las que arrastras, aquellas que repites o aquellas entre las que te pausas. Te miro, te admiro, y te vuelvo a mirar... Y me detengo en cada detalle, en todos los rasgos que te trazan: en tu nuca, que tanto desearían acariciar ahora mis labis, y, cuando ladeas el rostro, en tu regio perfil. En tus brazos, siempre fuertes, bailando en el constante movimiento de tus manos, cuyo tacto tanto me gustaría sentir ahora. En tu postura, que varia según lo hace la intensa charla creativa que mantienes.

Aquí estoy yo, imaginando. Imaginando que soy valiente, que ya no me hago más pequeñita de la vergüenza. Imaginando que he crecido y mejorado, que he sembrado esfuerzos y recogido avances. Imaginando que el mundo ha cambiado y que nuestros secretos no son condenados ya por ojos sociales. Imagino que estamos en un momento y lugar en el que mi imaginación, valga la redundancia, puede dejarse llevar...

Imagino que puedo demostrarte con actos la veracidad de estas palabras. Que puedo buscarte, de rodillas como correspondería a la sumisión que contigo ha florecido. Que puedo suplicarte, con el silencio de mis ojos, que me permitas acercarme más. Que puedo rogarte, casi muda, por tener el honor de darte placer. 

Imagino que me concedes ese privilegio. Imagino la sonrisa con la que lo haces, y el roce de tus dedos en mi pelo. Imagino como los míos desabrochan los botones de un pantalón al que ahora no quito ojo mientras tú sigues enfrascado en tu diálogo, e imagino que voy haciendo lo propio con tu cinturón y cremallera.

Imagino tu sabor, por fin en mi boca, tras horas deseándolo. E imagino como, tras un rato de entrenamiento y aprendizaje, tengo por fin permiso para alzarme y sentarme sobre ti. Imagino entonces que por fin, por fin, por fin, te siento dentro de mí, Imagino como tu polla va abriéndome el coño, ese que ahora chorrea sin decírtelo mientras escribo esto, poco a poco, cuando me voy dejando caer despacio sobre ti...

Y el resto... El resto, son imaginaciones variadas, en las que nuestros cuerpos danzan al compás de una música que solo está en nuestra cabeza. Imaginaciones en las que la misma canción nos mueve a ambos. Imaginaciones en las que dibujamos posturas, lugares y posiciones, según tus manos y tu voz lo dictaminan. Porque por encima todo, me imagino que por fin, te dejas llevar conmigo... Que das rienda suelta a TUS deseos, los cuales yo ya anhelo como latidos propios en mi pecho, que no te reprimes ni contienes, que eres, sencillamente TÚ, conmigo. Que estamos juntos, Tú y yo, y Tú, permites que se haga pues tu voluntad... A tu gusto.

Y en todas esas imaginaciones, en las que me usas para ello y soy a la vez juguete y compañera de juegos, me imagino siempre un final que, si bien es distinto cada vez, coincide siempre en algo: tu clímax. Siempre, todo termina cuando, por fin, logro complacerte y Tú logras liberarte hasta alcanzar tu culmen. Porque no hay mayor meta que la de tu placer, ni mayor premio que participar de tu orgasmo.

Pero ahora no es el momento ni el lugar... Y toca seguir imaginando, soñando despierta...

Porque dicen que soñar es gratis, pero en mi caso... Tú eres dueño de mis sueños, mi Amo.

Para siempre y para todo.

jueves, 12 de mayo de 2016

Navego hacia Ti...


Me tientas a tientas
y mis tintas inciertas
trazan torpes los mares
que por mis tuyos pensares
tiñen mis piernas abiertas

Olas que rompen
el deseo que esconden
mi mirar y mi habla
navegando sin tabla
aguardando tu orden

En arena se deshace
mi piel cuando yace
mi cuerpo en tus brazos
mi mente hecha trazos
en pos del avance

Mis labios que abren
las gotas que arden
en humedad que desboca
mi entrega en mi boca
llegan pruebas aunque tarden

Tal vez demoran
y torpes se expongan
a vergonzosa inseguridad
combatida en mi tempestad
que mis trabas afrontan

Navegando en Tus fantasías
follándonos en poesías
versometida, yo soy Tuya
y dejaré que mi ser flota
hacia aquello que Tú ansías